La cárcel/ codependencia
Una vez leí que una cárcel se estaba llenando porque gente que no tenía nada estaba mejor adentro con un techo y comida seguros.
Hoy pensé, la codependencia es como una cárcel.
Claro que a veces esa cárcel no está tan mal. Puedo tener comida, un techo, algunos beneficios, una celda con vista, un colchón, salidas a dar la vuelta, visitas; pero no deja de ser una cárcel.
Cuando estamos en una relación codependiente nos compramos ideas como: no está tan mal, estoy a gusto, estoy cómoda, tiene casi todo lo quiero… ahí está la clave: casi.
Tal vez si le preguntáramos a una de esas personas, que no tenía nada, si preferiría regresar a la calle, diría que no.
Hoy la pregunta para quienes dependen emocionalmente de otros es:
¿Será que “la calle” es tu única opción?
¿Será que para lo único que te alcanza es eso?
Si tienes que contenerte, reprimir una parte de ti, cuidar lo que dices o lo que haces por miedo, dejas de hacer cosas que quieres o dejas de ser tú,
¿no estás viviendo en la peor cárcel?
Y lo más grave es que tú te metiste ahí.
La buena noticia es que como te metiste te puedes sacar de ahí. Solo tú, con ayuda, pero tienes que querer, tienes que confiar en ti y creer que hay un mundo mejor allá fuera, eso es la LIBERTAD.
Sin Comentarios