El vacío en las palabras
Hoy pensé en el vacío que muchas veces hay detrás de las palabras.
Por ejemplo: “aquí estoy para lo que necesites”.
Realmente, ¿cuántas veces nos comprometemos con esta frase?
¿Qué significa estar aquí? ¿Qué tan dispuesta estoy para lo que necesites?
¿Qué es “lo que necesites”?
Ser congruente es que el pensar, decir, sentir, hacer y ser, estén en sincronía.
¿Qué pasa cuando uno de estos no está alineado en mí?
Creo que muchas veces la ansiedad que sentimos viene de aquí.
¿Cuánta ansiedad, incomodidad o malestar nos provoca hacer cosas que realmente no queremos hacer, pero creemos que “debemos de hacer”?
¿Qué pasaría si jugáramos a que no existe el “deber” una semana y solo hiciéramos lo que es congruente para nosotros?
Lo primero que se me ocurre es que a muchos les molestaría nuestra congruencia, lo bueno es que eso es de ellos, no nuestro.
Además de eso puede ser que lo que encontremos sea alegría, paz y tranquilidad.
Si es así, entonces ¿qué nos hace dejar de ser fieles a nosotros mismos?
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