Estudiando esta semana me dio un poquito coraje que no nos enseñan bien.
Sin echar culpas, todos hacemos lo que podemos con lo que sabemos, pero creo que sí nos quedamos cortos en la educación sobre proyecto de vida.

Algunos tenemos suerte de haber hecho exámenes de orientación vocacional. En mi caso no le atinaron, digo no le atinaron porque yo no me equivoqué. Cada día reafirmo que fue la mejor decisión para mí y la psicología es una gran herramienta en el ejercicio de mi vocación.
Pero estos exámenes sirven solo para escoger la carrera, no nos enseñan a preguntarnos si realmente llevará a la plenitud.
Y si así es con la profesión, qué podemos esperar para la forma de compartir nuestra vida. Ahí ni a examen llegamos.

Nos enseñan que naces, creces, te casas, te reproduces y te mueres. ¿Pará qué? ¿Cuál es el sentido de eso?
¿Todos debemos seguir el mismo caminito?
¿Qué pasa con los que no tienen la vocación de tener hijos? ¿O con los que no tienen la vocación de vivir en pareja?
Claro que ahí no es tan fácil como cambiarte de carrera.

Entonces, ¿Qué nos está faltando?