¿Por qué nos cuesta ser fieles a nosotros mismos?

¿Por qué nos cuesta ser fieles a nosotros mismos?

Hoy platicando con diferentes amistades sobre hacernos caso en todo momento, lo vi así: a veces somos como el niño chiquito que está emocionado con sus dulces y se come tantos que le acaba doliendo la panza.
¿Por qué nos comemos el último dulce?
¿Por qué nos quedamos en una relación más tiempo del que sabíamos que teníamos que quedarnos?
¿Por qué terminamos una película cuando no nos estaba gustando?
¿Por qué nos conformamos con el “casi feliz”?

Al niño le gana la emoción. ¿Seremos como niños en nuestra vida emocional?
¿Tan poco control tenemos sobre nosotros mismos?
O ¿habrá algo que nos pese más que hacernos caso?

Nos pesan nuestras heridas no trabajadas, nos pesan los miedos, la soledad, las ganas de quedar bien, de darle gusto a los demás, de ser reconocidos, valorados, aceptados, validados y muchas más.

¿Qué hay que hacer para saber cuando detenernos?
Creemos que se necesita fortaleza, pero ¿qué es la fortaleza?
Creer y confiar en ti. Lo único que tienes que hacer es ser fiel a ti mismo, hacerte caso cuando tu intuición te diga que ese dulce ya no te lo tienes que comer.
Lo que siga después, lo aprenderás a hacer.

Otros artículos

Sin Comentarios

Leave a Comment

Your email address will not be published.