Platicando la semana pasada con mi papá sobre el miedo por el covid, me quedé pensando:
Si supiera que me voy a morir en esta pandemia, ¿haría algo diferente?

¿A qué le tenemos miedo?
Claro que, a la muerte, al sufrimiento (nuestro y de nuestros seres queridos), a dejar de existir, a pasarla mal, a no haber cumplido sueños, a no haber dejado nuestras cosas en orden, en no haber dicho lo que queríamos decir, a no trascender, a ser olvidados, entre otros.
Conectando con estos miedos me pregunto, ¿Qué tanto nos rigen éstos a la hora de vivir?
¿Qué nos queda cuando quitamos el miedo?
¿Qué pasaría si jugáramos a vivir sin miedo a morir?
Si no hay reglas en este juego, ¿Cómo se juega? ¿Cuál es la meta? ¿Cómo se gana?

Entonces ¿Cómo se quita el miedo?
Primero dejando de querer quitarlo.
El miedo está ahí para avisar algo.
Tal vez para que pongas tus asuntos en orden, o para que vivas sabiendo que un día te vas a morir, para que no te tomes la vida tan en serio, para que dejes de sentirte imprescindible, para que trasciendas hoy y todos los días, tal vez para que acompañes a otros a vivir, no se… solo tú sabes que te dice tu miedo.

Y si escucho mi miedo, ¿luego qué?