Hoy en la playa, la señora de la limpieza me dijo: “que rico es empezar el día tomando un cafecito con esta vista, yo cada vez que vengo a trabajar agradezco tener un trabajo aquí.” ¡Wow!

Me hizo darme cuenta que yo no me había parado a agradecer.
Sí había estado disfrutando, riendo (gracias por las carcajadas armana), pasándola muy bien, pero eso me faltaba.

Sí se nos olvida.
¿Cuándo nos acordamos de agradecer?
Hay quien ya lo hace parte de su rutina y empieza o termina el día agradeciendo, creo que es un buen hábito.

Cuántas veces se nos olvida agradecer porque se nos va, o lo damos por sentado, o porque no estamos en presencia, porque estamos distraídos con otras cosas y se nos pasan los momentos sin agradecer.

¿O será que a veces ni siquiera reconocemos que hay algo que agradecer?

¿Tú qué quieres agradecer hoy?