Se habla mucho de estar “zen” pero ¿qué es estar zen?
Para mí, es estar en mi centro (mi corazón), conectada conmigo, reconocer mis emociones, atenderlas, no dejar que me “ganen” y me provoquen malestar, incomodidad, intranquilidad o inestabilidad.

¿Qué nos saca de nuestro centro?
El ego. Tomarnos cosas personales (como si me lo estuvieran haciendo a mí), querer controlar, sentirnos importantes para otros, conectar con sensaciones de rechazo, abandono, humillación, traición, injusticia, tocar nuestras necesidades y carencias.

Hoy perdí el centro varias veces y lo que pude rescatar fue:
Cuando estoy clavada en mi emoción, dejo de ver al otro, dejo de buscar el bienestar del otro y me alejo de la compasión.
Si logro salir de lo que creo que me está pasando a mí y me enfoco en dar amor al otro, la emoción desaparece.

¿Se puede mantener el estado zen?
No creo y no tendría chiste, regresar a ese centro es lo que nos hace evolucionar y crecer.

La próxima vez que pierdas tu centro pregúntate qué tienes que aprender y si hay alguien involucrado, pregúntate cómo puedo darle amor de cualquier forma en este momento y fíjate que pasa.