Que levante la mano al que no le importe lo que digan los demás.

Hoy mentalmente me debatí a mi misma sobre este tema.
Por muchas razones creo que no nos puede dejar de importar lo que opinen los demás, pero ¿hasta que punto es sano?
Hasta que no me afecte, pero ¿qué es que no me afecte?
A veces es muy evidente cuando me afecta porque estoy dejando de hacer cosas que quiero, porque me estoy limitando, me estoy obsesionando o me está generando ansiedad, pero a veces es tan sutil como cuando hay un debate interno.

¿Qué hay detrás de lo que opinan los demás?
La gente siempre va a opinar y siempre va a emitir un juicio. ¿Desde dónde lo hace? Desde su base de datos: su historia, su experiencia, pensamientos, creencias y valores.
Si el juicio o la opinión tiene que ver con ellos, ¿cómo dejo que me afecte? ¿Por qué lo hago mío?
Por mi ego. Mi ego es el personaje imaginario que he creado con lo que creo que soy.
Este personaje es reactivo y susceptible a cualquier cambio en la imagen que quiere dar, por eso le afecta la opinión de los demás.
Es difícil que seamos fieles a nosotros mismos cuando tenemos tantas expectativas que cumplir.

Si el imaginario es quien creo que soy entonces ¿Quién soy?
¿Cómo me hago caso a mí?